Mi lista de deseos para año nuevo

Cada año escribo una lista de cosas que quiero cumplir el siguiente año. Podría decirse, que es como “Mi lista de deseos”. Empiezo colocando un sin fin de metas por cumplir (como “El año que viene aprenderé un nuevo idioma”; “Empezaré a comer más saludable”; “Organizaré mi tiempo de forma más efectiva”; “Aunque no hice nada de actividad física, este año me inscribiré al gimnasio para hacer ejercicio”.

Pero de repente la lista es interminable y está llena de una serie de cosas que parecen difíciles de cumplir.

 Y cuando empiezan a pasar los días me doy cuenta que no sé por dónde empezar… Y peor aún ¿cómo hago de esto esto un hábito?, si el año anterior no tuve la fortaleza de poder mantenerme firme en lo que me había propuesto. ¿Será que debo hacerlo por 21 días para que se haga un hábito?.

Después de pensar en todas las opciones posibles, me encontré a mí misma riéndome ya que me encontraba en la misma situación que en diciembre de 2021. Entonces me dí cuenta que no debía hacer todo al mismo tiempo, lo importante es centrarme en un hábito que quiero cambiar HOY. ¿Y qué pasará mañana? Cada día tiene su propio afán, así dice la Biblia, por lo que empezaré a preocuparme de la decisión que tomaré hoy.

Es realmente valeroso querer empezar a practicar los 8 factores protectores de la salud. Hacerlo todos al mismo tiempo, es lo ideal. Tomar agua, tener el descanso apropiado, hacer ejercicio, disfrutar de la luz solar, respirar aire puro de manera consciente, tener una nutrición balanceada, practicar la temperancia y sobre todo mantener mi esperanza en Dios. Y aunque quiero hacer cada uno de estos desafíos, porque es lo que son para mi, un desafío, quiero enfocarme en uno de ellos y te invito a que tú puedas hacer lo mismo.

Sé que a veces es difícil tomar una decisión y más aún empezar, pero qué te parece si te unes a mi reto.

Con mi esposo decidimos que practicaremos cada uno de estos factores protectores de la salud, durante una semana. ¿Qué es una semana? Los días pasan volando y ni siquiera sentirás. Si decides empezar ingiriendo agua de manera permanente todo el día, una buena técnica es que cuando lo hagas puedas buscar una persona en quién apoyarte. Cuando somos más, somos más fuertes. Cada vez que voy a tomar un vaso de agua, le escribo a mi esposo para preguntarle si lo ha hecho, y si no, motivarle a hacerlo en ese momento.

Si por diferentes circunstancias no pudiste cumplir con este hábito, todos los días o todo el día, no te desanimes. Recuerda, mañana tendrás una nueva oportunidad para empezar. Lo importante no es fallar, sino nunca dejarlo de intentar. 

¿Necesitas ayuda?
Scroll to Top